En muchas ocasiones se olvida que la base de cualquier decisión está en el pensamiento, y en el control de la acción que nos lleva a elegir el camino a seguir.
Potenciar el pensamiento y facilitar que niñas y niños aprendan a apreciar esos momentos de soledad tan importantes -logrando que cualquier situación sea analizada y ponderada, e incluso puedan ponerse en el lugar de los otros hasta entender por qué actúan así- puede reportarles resultados muy positivos.
Aprendemos a respetar y comprendemos que incluso pensando a veces nos equivocamos, ya que el factor tiempo, la tensión, el miedo, el estrés, la euforia.. pueden confundirnos.
El Ajedrez es una máquina de crear emociones, y la inteligencia emocional (Educar la I.E) puede ayudarnos a conducirlas y gestionarlas. Algo que es factible en cualquier edad.
Mientras que un monitor de ajedrez trata legítimamente de crear campeones o equipos de competición clásica (algo que no tiene por qué se negativo en principio), los educadores trataremos de aprovechar las inmejorables condiciones del Ajedrez como herramienta que potenciará el pensamiento de nuestros alumnos, su voluntad, su creatividad, su memoria, su respeto a los demás.
Están claros los dos caminos, pero el del Ajedrez Educativo busca competencias clave para la vida, dotando a nuestros hijos y alumnos de capacidades indispensables para un mundo en el que habrá que dar respuesta a situaciones nuevas a lo largo del tiempo.
Pero en este camino nunca olvidaremos la diversión. Este es un elemento clave y debe conducir muchas de nuestras acciones, motivo por el cual nuevos tipos de competiciones deben surgir, y nos ayudarán a mantener la motivación y el avance. Cuando un niño o joven pregunte a su amiga de otro instituto «en qué color de Ajedrez estás», habremos logrado que asuman que es algo dinámico y cambiante, un camino gradual que no supone etiquetas negativas.
Si bien el concepto de Ajedrez Educativo tiene su pleno sentido en niños y jóvenes que estudian, estamos convencidos de que es una vía adecuada para personas de cualquier edad, como algunas experiencias sociales y terapéuticas están comenzando a demostrar. Iremos mostrando esas experiencias y eventos desde aquí.